Boletín 075-2020
El año de la pandemia se incrementaron considerablemente los compromisos de deuda obtenidos por el Gobierno ecuatoriano con acreedores internacionales.
La deuda ecuatoriana que el presidente Lenín Moreno le heredará a su sucesor en Carondelet equivale a un 62.09% del Producto Interno Bruto (PIB) del país. Solo en el último año, el Gobierno se endeudó a un promedio de USD 258,6 millones cada mes, hasta llegar a una deuda total acumulada de USD 59.923.
Al cierre de octubre de 2020, en un año marcado por la pandemia del COVID-19, la deuda pública de los ecuatorianos sumó USD 2.586,02 millones a las obligaciones ya adquiridas hasta 2019, según los últimos registros disponibles en el Ministerio de Finanzas.
El 2019 terminó con una deuda pública de USD 57.337 millones, a inicios del mismo, enero de ese año, la cifra era USD 1.522,63 millones menor. Es decir que, en 2019, la deuda subió en promedio USD 127 millones cada mes.
Los cálculos le fallaron al actual Gobierno, pues su meta inicial era reducir la deuda pública por debajo del 40% del PIB, acorde con la regla fiscal. Ya en junio de 2020, el presidente Moreno evidenció su renuncia a este objetivo con el veto al proyecto de Ley para el Ordenamiento de las Finanzas Públicas. En dicho veto se planteó un nuevo cronograma para reducir de manera progresiva la deuda, en un plazo de 12 años (equivalente a los tres gobiernos siguientes). La propuesta es reducir la deuda hasta el 57% del PIB en 2025, al 45%, en 2030, y llegar al 40%, en 2032.
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